
Revista DM2
Agosto 2016
Septiembre 2016
Constelaciones familiares
INCLUIR SANA
Por Leticia Cohen
Ya muchas personas conocen Constelaciones. Muchos lectores de DM2 han venido a los talleres y espero que muchos más lleguen porque podrán tener la vivencia de una modalidad muy sanadora para cualquier situación conflictiva que estén transitando
Constelaciones es una modalidad para sanar los vínculos. Se preguntarán entonces ¿cómo cualquier situación conflictiva? Si, por ejemplo, tengo un tema con un negocio, cualquiera sea; o con el aprendizaje de una materia, o con los obstáculos en una profesión, siempre se trata de los vínculos y especialmente los vínculos primarios, o sea, las personas que conforman nuestra familia, nuestro sistema familiar.
Todo pasa por cómo nos relacionamos. Nuestra familia de origen: padres, abuelos, hermanos; y los lazos que formamos a posteriori: parejas (todas las importantes que se tuvieron), hijos, (de todas las relaciones que se tuvieron) y también aquellas personas que han sufrido malestar o desgracias provocadas por un miembro de la familia; tienen que estar reconocidos e incluidos por todos los miembros del sistema, vivos y muertos, no importa su condición moral o de conducta. Si esto no sucede, se producen desarreglos que pueden llevar a severos trastornos en el sistema familiar: enfermedad, tragedia, muerte.
Entonces, cuando se trata de un tema conflictivo, por ejemplo, de negocios o empresa, o de cualquier tipo, hay que revisar este principio de inclusión. Es la ley básica de Los Órdenes del Amor Constelaciones que se menciona como Ley del número completo o Ley de pertenencia, la que enuncia que todos los miembros de un sistema familiar deben ser reconocidos en su lugar y jerarquía, no importa condición moral.
Si algún integrante del sistema es excluido, alguien de la última generación, identificándose con el excluido y por amor ciego, ocupará su lugar, queriendo devolverlo al sistema; lo que no logrará. Es así que hacer una constelación nos ayuda a incluir a los excluidos y darles el lugar que les corresponde con amor: al decir con amor estamos diciendo con reconocimiento y respeto del lugar y jerarquía que ocupan.
Si se nació en una familia o armamos vínculos al conformar nuestra propia familia (parejas, hijos) estamos involucrados en un sentido superior, que quizás no comprendamos. ¿Por qué elegimos una pareja y no otra? ¿Por qué nos tocan los padres y hermanos que tenemos y no otros? ¿Por qué tenemos los hijos que tenemos y no otros? Desconocemos muchas respuestas, si bien hay escuelas y teorías que responden a estas preguntas. El tema es que el sistema al cual pertenecemos y que conformamos es el que es y no es otro. Y dentro de estos sistemas crecemos y nos vinculamos. Esto es lo que es y así hay que reconocerlo y aceptarlo. Si las cosas no andan bien, debemos revisar nuestros vínculos y una constelación nos ayuda a recomponer lo que está desordenado para que el amor vuelva a circular en el sistema familiar.
Agosto 2016
Constelaciones familiares
COMENZAR…
RECOMENZAR…
Por Leticia Cohen
En la vida se presentan ocasiones en que se siente la necesidad de un cambio, pero no de un cambio superficial o de algo sencillo, sino un cambio importante que moviliza profundamente. Puede ser encarar otra carrera universitaria o incursionar por disciplinas muy diferentes a la profesión u oficio que se tiene, cambiar de lugar de residencia, modificar el estilo de vida; en fin, un viraje, a veces, de 180° en el transcurso del cotidiano vivir. Por supuesto que esto es algo que lleva su tiempo y se va pergeñando y realizando en el día a día. Frente a esto la interioridad se conmueve y puede presentar dudas y angustias al mismo tiempo que optimismo y entusiasmo.
El alma clama y empuja a contactarse con los aspectos de esos cambios, pero éstos, aunque son deseados, producen temores e inseguridad. También, las características de personalidad, la historia y creencias familiares pueden obstaculizar, demorar, paralizar o alentar esos movimientos hacia.
Les muestro una constelación que refleja estos comentarios:
María tiene 45 años y desde joven vivió, estudió y trabajó en Bs. As. desarrollando una actividad artística (docencia y producción). En general le fue bien con esfuerzo y dedicación. Hace un año se fue de vacaciones a una provincia X y sintió que ese era su lugar. Así le surge la idea de irse de Bs. As. y comenzar una vida diferente en la provincia X. Y digo comenzar, porque puso en juego la residencia y también lo laboral, ya que está haciendo nuevos aprendizajes para, de a poco, ir cambiando su actividad y quizás ver cómo integrar lo viejo con lo nuevo.
Plantea en el Taller de Constelaciones que se siente confundida y asustada frente a tanto novedad si bien siente profundamente que esto es lo que tiene que hacer. Ya dio algunos pasos, pero esta ambivalencia la angustia y desvitaliza impidiéndole dedicarse de lleno al proyecto.
Le pregunto de dónde vino a Bs. As. y me dice que nació en la provincia A y que a los 20 años se vino a Bs. As. Le pregunto cómo se fue de su ciudad natal y me comenta que mal, que sus padres no aprobaban que se fuera y prácticamente huyó de su ciudad.
Esto de irse de mala forma de un lugar de residencia, sea natal o no, deja sus secuelas. Comienzo la constelación poniendo representantes para los tres lugares: su ciudad natal, Bs. As. y la provincia X (que es en la que desea fijar su nueva residencia). Se trabaja su estar y despedirse bien de su ciudad natal. Luego su estar y dejar Bs. As. Y a continuación se ve qué pasa con el nuevo lugar. Éste la recibe de buen modo y su ciudad natal y Buenos Aires están en paz con María y adentro de ella.
De este modo, sus dudas y angustia se disipan y toda la energía gastada en esas emociones perturbadoras está libre ahora para ser utilizada en los esfuerzos y trabajos que tiene que realizar para llevar adelante el proyecto de cambio.
La Constelación pone orden en la persona, sus avatares en la vida y en su sistema familiar. Este ordenamiento promueve que lo amoroso, lo que aúna, lo que trae alivio y paz interior recomience a circular en todos los órdenes de la vida. Primero es el orden y después el amor, cuando el orden se altera, el amor se bloquea. Cuando el orden se restablece, el amor vuelve a fluir.
Si bien una constelación, como cualquier otra forma terapéutica, no es una panacea universal; es una modalidad muy profundamente sanadora que nos muestra cómo aprehender todo lo bueno que tenemos en la vida y aceptar con amor todo aquello que nos duele y perturba. Nos lleva a un importante cambio de visión y esto es fundamental para transitar más libres la vida en este tempestuoso mundo.
Julio 2016
Constelaciones familiares
EL AMOR EQUIVOCADO
Por Leticia Cohen
Para los que hasta ahora no han concurrido a un taller y no saben cómo es esta modalidad, les aclaro que se trabaja con representantes. Por eso se trabaja tanto con los vivos como con los muertos, que en general, tienen una gran incidencia en las familias. No hace falta que venga al taller toda la familia.
Los representantes son personas del grupo presente que son elegidos por el consultante para que representen a los miembros de su familia (su padre, madre, a sí mismo, sus hermanos, etc.) como dije antes, tanto vivos como fallecidos, tanto presentes como ausentes. Se da el fenómeno que los representantes, una vez ubicados en el espacio de trabajo, perciben en sí mismos sensaciones corporales o sentimientos o tendencias corporales o ideas de las personas a las cuales representan. A partir de la primera imagen formada que representa el conflicto, se van dando los movimientos en el espacio, las frases sanadoras o los gestos de honra que llevan a la imagen final que muestra la sanación del sistema familiar y en consecuencia de los miembros que lo forman.
Tanto los representantes como los espectadores son altamente movilizados y sienten profundamente ese movimiento interior que los lleva, a algunos, aclarar sus confusiones; a otros, a encontrar la clave para resolver su problema; a otros les trae un alivio a través de la identificación que tienen con lo visto, etc.; a cada uno/a se les mueve algo significante para sí mismo/a.
Comparto una constelación con ustedes. Una persona consulta porque siente gran tensión en su cuerpo, lo que la perjudica mucho ya que para su trabajo (de tipo artístico) necesita estar muy relajada, con su mente despejada y no puede lograrlo; su cuerpo está en permanente nerviosismo, con rigideces y contracturas. Hago un paréntesis y digo que para vivir, es mucho mejor estar relajado, más allá del trabajo o función que se tenga, porque las tensiones y contracturas hablan de elevados grados de estrés que son altamente perjudiciales para la salud en general.
Continuando con la constelación, la persona me relata que esto le pasa hace unos dos años. Cuando pregunto qué pasó por esos momentos, me dice que una tía paterna se suicidó, pero que a ella eso no la afectó porque prácticamente no la conocía ya que vivía en otro país hace muchísimos años y que no tenían contacto.
No puedo dejar pasar este hecho, ya que un suicidio es altamente significativo en un sistema familiar y si bien ella no registró ningún movimiento emocional, la tía es hermana de su padre y aunque estén distantes en tiempos y espacios, esto es muy movilizante para los hermanos, no importa la edad ni otros avatares. Son hermanos, tienen una historia de hermanos; la que sea, y la muerte -ya sea natural o por suicido o por asesinato - de un hermano, es un acontecimiento que produce huellas en los hermanos vivos.
Cuando ponemos a los representantes de todos los hermanos, que son cuatro, se puede observar como son los vínculos entre ellos incluida la hermana muerta. Aparece que el padre de la persona que consulta, que es el hermano menor de los cuatro, no muestra ningún afecto al respecto de la hermana que se suicidó, está indiferente y frío. Y aquí está el qui de la cuestión, nuestro consultante se hizo cargo de los sentimientos ocultos y no registrados de su padre manifestándolos con las tensiones en su cuerpo. Se va haciendo el trabajo de la constelación con las frases sanadoras que llevarán a que el hijo se despoje de lo que no le corresponde y el padre se haga cargo de lo suyo, de todo lo que se le movilizó de su historia de hermano con todos los hermanos y con el suicidio de su segunda hermana.
De este modo se llega a la imagen de solución que sana al sistema familiar y en consecuencia a la persona consultante que siente y aprehende como llegó a su estado de enfermedad y también cómo salió del mismo.
Lo sucedido en este sistema es bastante común que suceda en las familias. Las últimas generaciones, por amor, quieren salvar de dolor, tensiones, culpas, etc. a sus seres queridos de las generaciones anteriores (desde sus padres hacia atrás). A esto lo llamamos amor ciego que, en realidad, no soluciona nada. Lo que se hace en una constelación es ir hacia el amor lúcido que proporciona la sanación.
Los invito a vivir esta experiencia sanadora. Bienvenidos/as.
Junio 2016
Constelaciones familiares
DESCUBRIENDO NUEVOS HORIZONTES
Por Leticia Cohen
Es maravilloso ver cómo se producen los cambios y cómo se amplía la comprensión y la conciencia en un taller de constelaciones.
Un taller de constelaciones es una jornada de sanación porque, aunque sólo se esté de espectador, se promueven acciones internas que llevan a mejorías en diversos aspectos. Las constelaciones de unos hacen que a otros se les aclaren cuestiones y movilicen asuntos que estaban estancados.
Una constelación es un trabajo beneficioso en muchos aspectos, debido a que en la misma se revelan cuestiones que estaban ocultas en el sistema familiar, en los vínculos y en las personas que los forman.
Les comento un caso. Un hombre joven consulta porque no puede tener relaciones afectivas duraderas. Conoce personas, pero al poquito tiempo esa casi-relación se desvanece, sin siquiera llegar a una relación. Preguntando por hechos importantes en su familia de origen dice que su madre perdió varios embarazos espontáneamente, dos antes que naciera su hermano mayor y uno entre cada uno de sus tres hermanos menores. El trabajo se centra en la inclusión de estos hermanos no nacidos. Se preguntarán: si no nacieron no son hermanos; sin embargo para la madre son hijos perdidos, y con cada uno de esos niños perdidos, a la madre se le fue un pedazo de vida. Por supuesto que los hijos vivos están impregnados de tanta perdida, generando en cada uno de ellos según las particularidades de su propia alma, un sentimiento de no continuidad, de casi un sinsentido de la vida.
El hombre consultante se siente profundamente conmovido cuando ve la imagen de todos los hermanos en el orden cronológico correspondiente, los nacidos y los no nacidos. Aparte, la madre tiene un sentimiento particular con cada uno de ellos y ciertas asociaciones entre los nacidos y los no nacidos. Esto genera una especie de atrapamiento en los nacidos y especialmente en el hombre consultante que sentía una especial atracción con uno de los no nacidos.
A medida que se va desarrollando la constelación, el consultante siente la liberación y el alivio. Ahora queda libre y puede ser él mismo y desterrar de sí el sentimiento de no continuidad.
Para los que hasta ahora no han concurrido a un taller y no saben cómo es esto de generar una imagen con los miembros de una familia, les aclaro que en esta modalidad, se trabaja con representantes. Por eso se trabaja tanto con los vivos como con los muertos, que en general, tienen una gran incidencia en las familias. No hace falta que venga al taller toda la familia.
Los representantes son personas del grupo presente que son elegidos por el consultante para que representen a los miembros de su familia (su padre, madre, a sí mismo, sus hermanos, etc.) como dije antes, tanto vivos como fallecidos, tanto presentes como ausentes. Se da el fenómeno que los representantes, una vez ubicados en el espacio de trabajo, perciben en sí mismos sensaciones corporales o sentimientos o tendencias corporales o ideas de las personas a las cuales representan. A partir de la primera imagen formada que representa el conflicto, se van dando los movimientos en el espacio, las frases sanadoras o los gestos de honra que llevarán a la imagen final que muestra la sanación del sistema familiar y en consecuencia de los miembros que lo forman.
Tanto los representantes como los espectadores son altamente movilizados y sienten profundamente ese movimiento interior que los lleva a unos, a aclarar sus confusiones; a algunos, a encontrar la clave para resolver su problema; a otros les trae un alivio a través de la identificación que tienen con lo visto, etc.; a cada uno/a se les mueve algo significante para sí mismo/a.
Los invitamos a participar de esta experiencia sanadora. Bienvenidos/as.
Mayo 2016
Constelaciones familiares
¿QUÉ ME DICE EL DOLOR DE MI CUERPO?
Por Leticia Cohen
Ya muchos de los lectores de DM2 han venido a un Taller de Constelaciones y han visto la dinámica de las mismas, pero para los que aún no llegaron, les cuento un poco de qué se trata esta modalidad sanadora.
Las Constelaciones son la forma concreta de llevar a cabo Los Órdenes del Amor. Éstos dicen cómo funcionan los sistemas familiares y cualquier otro sistema de relaciones vinculares como ser una empresa o institución o grupos.
En las familias hay jerarquías y un orden de llegada a la misma. No es lo mismo el lugar de los padres que el lugar de los hijos, de los hermanos y de los ancestros. El que vino primero es primero; y aunque esto parezca una tontería, es muy importante en los sistemas tener en cuenta este principio de orden que es uno de los que rigen en los sistemas.
Los Órdenes del Amor enuncian que cuando se altera alguno de los principios o leyes que rigen los sistemas familiares, se produce sufrimiento, enfermedad y hasta tragedias en el sistema y en los que los componen.
Aceptación de lo que es y humildad son necesarios para resolver las diferencias y conflictos en los vínculos.
Las Constelaciones son el modo que se utiliza para poner orden en los sistemas, ya que primero es el orden y después el amor, porque cuando se altera el orden, el amor se bloquea. Y a través de este trabajo sanador se busca ordenar lo que está desordenado para que el amor fluya en los vínculos.
Les comento un caso. Un hombre padece de dolor en una rodilla que no ha cedido después de tratamientos diversos.
En la constelación, él elige a una persona del grupo para que represente a su rodilla y él queda en su lugar. A través de esto se descubre que su rodilla representa a su padre que es muy anciano y está enfermo. Lo que aparece es que su padre le produce un gran dolor debido a su deterioro y descuidos hacia sí mismo, y él quiere que su padre esté bien; lo recuerda cuando era joven y fuerte y le enseñaba cosas, y no tolera su envejecimiento. El dolor de su rodilla es el dolor por su padre.
Para los hijos es difícil el envejecimiento y la imagen de sus padres cuando son ancianos o están enfermos, y quieren tornarse padres de sus padres dándoles indicaciones y consejos. Esto es un desorden. Los hijos son siempre hijos y los padres, padres; no importa la edad. Por lo tanto un trabajo profundo consigo mismo llevará a los hijos a aceptar a sus padres tal como son, en todos los sentidos y con la edad y deterioro que padezcan, más allá del dolor que les produzca; y los cuidaran sólo desde su lugar de hijos y no queriendo dirigirles la vida como si fueran padres de sus padres.
En la constelación se trabaja este vínculo y el consultante siente finalmente alivio.
