Revista DM2

Hay muchos mitos alrededor de la madre. Para celebrar su día se enaltece, glorifica, encumbra, como si el resto del año no se fuera madre, y también como si fueran seres super excepcionales
¿Qué sucede en la realidad cotidiana? sucede que los hijos y las hijas, frecuentemente, se quejan de sus madres, también de sus padres. Suele suceder que las hijas se quejan más de sus madres y ensalzan a sus padres y los hijos de sus padres, elogiando a sus madres, aunque también se cruzan las quejas.
Las madres son seres humanos como todos, personas con un bagaje mental y emocional interno complejo y complicado como cualquiera que está en este mundo. Una mujer, por circunstancias de su transitar en la vida y porque tiene la posibilidad, en un momento accede a la maternidad y esto no la convierte en la super mujer. Al contrario, tener un hijo agrega a su vida un movimiento emocional de envergadura.
La concepción, el embarazo, el parto, el amamantamiento y los cuidados del nuevo ser llegado al mundo con sus imperiosas necesidades, vulneran en la mujer el mundo en el que vive.
Las mujeres, por características propias de multiplicidad del género femenino, de alguna manera se muestran como super, pueden mucho y de todo y por eso muchas veces están en la misa y en la procesión, pero eso tiene un alto costo para la mujer madre.
Lo comentado es a modo de introducción al tema del título de esta nota.
Qué pasa cuando una mujer madre pierde, se desencuentra, deja de elegir al hombre padre del hijo/a, por las causas que sea; es el hijo/a que queda en posición vulnerable. Lo que generalmente sucede es que el hijo varón y algunas veces la hija mujer quedan como reemplazo del hombre padre lo cual es muy grave para ese/a hijo/a.
Estas cuestiones se ven habitualmente en los talleres de constelaciones. Los hijos varones siguiendo el deseo de la madre, generalmente inconsciente, perdiendo su posición de hijos y quedando en el lugar del hombre padre; como se dice en muchas familias: “ahora sos el hombrecito de la casa”. A veces se manifiesta abiertamente y otras no, pero de una u otra manera el hijo y a veces la hija, pierden su lugar de hijo/a y de este modo cargan un peso que no pueden llevar, lo que les impide un desarrollo saludable en sus vidas.
Darle al hijo/a el lugar de hijos, es decir recibirlos solamente como hijos es cumplir con las funciones materna y paterna. Lo contrario, es un desarreglo del sistema que trae y lleva consecuencias difíciles de resolver tanto para los hijos como para los padres.
Estas implicancias que suceden en muchos sistemas familiares no son juzgables porque cada uno hace lo mejor que puede. Somos humanos y como dice el refrán: errar es humano, perdonar es divino. Nadie está exento de cometer errores, lo importante es abrir la comprensión, tomar consciencia y actuar en consecuencia, buscar ayuda para corregir los errores cometidos.
En la modalidad de constelaciones, el cometido es poner orden en los sistemas para salir de un plano inferior y dirigirse a un plano superior. Elevarnos sobre la dualidad de lo bueno y lo malo y reconocer lo que es.
Los invitamos a participar de esta experiencia sanadora. Bienvenidos






