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Septiembre 2017

Volviendo al tema del individualismo, entendemos a éste como una forma de vida que lleva a pensar básicamente en las propias necesidades; teniendo poca o nula disposición a atender las de los demás. No exclusivamente por mala voluntad o egoísmo, si no que en muchas ocasiones el mismo ritmo de vida nos dificulta el encuentro con el otro. Y siendo el ser humano social por naturaleza, este estilo de vida produce como resultado sensación de vacío afectivo y por ende de soledad.

Las patologías psíquicas más comunes en los últimos tiempos provienen de causas afectivas. Se corre por saciar necesidades materiales y no se mira al de al lado a los ojos. El compromiso en los vínculos y la responsabilidad por el otro se van deteriorando agigantando así la sensación de carencia.

Crecimos en una sociedad donde nos enseñaron como ganar mucha plata u obtener logros académicos, o ser el campeón de fútbol. Pero nos hemos olvidado de enseñar a amar.  Creemos que el amor es algo que nos sucede y no podemos elegir.

Pero el amor es una actitud de vida, no sólo un sentimiento. Es una disposición voluntaria e inteligente. Es el lazo sutil que nos conecta con los demás seres humanos, con la naturaleza, con la vida en general; e incluso con nosotros mismos. Es la base de todos los sentimientos. 

Para comenzar a crecer psíquicamente un niño necesita sentirse amado incondicionalmente, de esa forma después podrá amar a otros y a sí mismo.

La carencia de amor, o la sensación de carencia de amor produce malestar afectivo que según el grado puede manifestarse de diferentes maneras: cuadros clínicos de depresión, trastornos de ansiedad, trastornos alimenticios, conductas compulsivas, violencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para sanar estas carencias es necesario que la persona comience a reconocer su potencial interior.  Las heridas emocionales son heridas de desamor. El terapeuta puede ayudar a una persona con sensación de carencia afectiva a descubrirse a sí mismo y aprenderse a  mirar sin juicios.  Brindarle seguridad  y ayudarlo a reconocer los recursos positivos que sí tiene.  Poder guiarlo hacia el desarrollo de su autoestima y confianza en sí mismo.  Que de ecesitado es más lo que pide que lo que ofrece. Y esto puede ser base del egoísmo (sin maldad), al que muchas veces nos enfrentamos.

"Nos hemos olvidado 
de enseñar a amar.  
Creemos que el amor 
es algo que nos sucede y no
podemos elegir."
"Las patologías 
psíquicas más 
comunes en los 
últimos tiempos 
provienen de 
causas afectivas."

Lic. Yanina Piccinni - Psicóloga
     yagapi@yahoo.com.ar 
Cel.: 15-5817-4860
Facebook: "Lic. Yanina Piccinni"
Autora del libro “Colores del alma” (2003), y co-autora de

“El amor como forma de vida” 
junto a la Lic. Liliana Crivelli (2016)

 ª  "El amor como forma de vida"  
Yanina Piccinni - Liliana Crivelli- Ed. Tahiel. ª ª Idem.

Colaboradora Revista DM2

• La depresión está muy 
   cercana a la soledad.                 
• La soledad es vecina de    
    la indiferencia.                             
• La indiferencia anestesia.           • Las compulsiones tratan     
   de tapar tanto vacío.                   • El vacío produce angustia.           • Y siempre en todo esto 
  hay baja autoestima.
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