Se dice en el Islam que Allah tiene noventa y nueve nombres conocidos e infinitos nombres ocultos. A estos nombres también se los llama atributos. Nos referimos entonces al Más Misericordioso (Ar-Rahmán), al Paciente (As-Sabr), el Perdonador (Al-Gafur), el Existente Por Sí Mismo (Al-Kayum), el Generoso (Al-Karim)… Repetimos cada nombre buscando que gota a gota moldeen con su respectiva cualidad la roca de nuestro carácter hasta convertirlo en una bella obra de arte.

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A veces somos hábiles para manifestar la cualidad contraria al atributo que nos llega desde lo Alto. Nuestro ego se lo apropia y en lugar de expresar Su generosidad, nos degradamos en nuestra avaricia. Pero el atributo está allí, brillando como una perla en el fondo del mar, ansioso por emerger a la superficie.

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A veces nos excusamos con las dificultades que la vida nos presenta. ¡Cómo vamos a ser pacientes, si nos pasan estas cosas! ¡Cómo vamos a perdonar ante la gravedad de estas ofensas! Sin embargo son esas mismas dificultades las que nos dan la oportunidad de ver germinar la semilla de ese atributo escondido que busca la luz a través de nuestros ojos.

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Clara sufre la enfermedad de Parkinson. Durante varios años pudo experimentar cómo su movilidad voluntaria se iba reduciendo a medida que, de manera casi imperceptible al principio, los movimientos involuntarios tomaban su lugar. Poco a poco su postura erguida se fue curvando, la expresión de su rostro se fue endureciendo, las actividades cotidianas y habituales se volvieron cada vez más difíciles. ¡Si hasta vestirse es casi una hazaña!

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Sin embargo, no pierde el sentido del humor. Sabe reírse de sí misma y hacer reír a los demás. Tampoco perdió la paciencia ni los buenos modales, ni siquiera frente a empleados de organismos públicos que le hacen presentar una y otra vez los mismos papeles, pero con diferente sello, o diferente letra, o diferente fecha, o… Siempre los trata con firmeza… y con dulzura, infinita dulzura y aún más infinita paciencia. Tampoco perdió la generosidad, que se manifiesta de manera cada vez más abundante. Es buena tía, buena jefa, excelente amiga.

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En Clara se abren camino Sus Más Bellos Nombres, despliegan sus alas los Atributos más hermosos. Lejos de la queja, cerca del Amor, toca sin darse cuenta los corazones que la rozan. Si el nombre es lo nombrado, Clara es la gracia… y yo soy la gratitud por haberla conocido.