
Revista DM2
Marzo 2017
Constelaciones familiares
EL ABRAZO SANADOR
Por Leticia Cohen
En una constelación aparece muy claramente lo que acontece en una familia. En la primera imagen a la que llamo la imagen del conflicto, se ve cómo se vinculan sus miembros y lo que le está pasando a cada uno. Esto es impactante.
Para las personas que aún no han asistido a un taller de constelaciones, les explico cómo se trabaja en una constelación y cuál es el objetivo de hacerla.
Una constelación pone orden en un sistema familiar. Los Órdenes del Amor, que son la base teórica de esta modalidad terapéutica, manifiestan que primero es el orden y después el amor.
Cuando hay desorden en un sistema familiar, el amor se bloquea y es ciego, cuando se pone orden el amor se libera y es lúcido. Y, se preguntarán: ¿qué es desorden en un sistema?, pues desorden es cuando los integrantes de una familia no respetan las jerarquías, el orden de llegada a la familia, el intercambio entre el dar y el recibir, cuando se excluye (se mira mal, se echa, se desprecia) a algún miembro del sistema. Por ejemplo, cuando una persona dice “no tengo padre” o “mi hermano es como si estuviera muerto para mí” o “ese es un loco que todo lo echa a perder” o “mi ex…”etc., está excluyendo y eso es un desorden porque los sistemas no permiten ningún tipo de exclusión.
Cuando los hijos no toman a sus padres con lo bueno y con lo malo y van de crítica en crítica contra ellos, eso es también un desorden. Cuando los hijos ocupan el lugar de padres, lo que generalmente viene de generaciones anteriores en las que se han invertido los protagonismos por cuestiones muy dolorosas y los padres no han podido asumir su función y los hijos sienten que tienen que cuidarlos, eso es también un desorden.
Cuando los hermanos no respetan el orden de llegada y no tiene cada uno el lugar que les corresponde, como ser el primero es el primero, el segundo es el segundo y uno menor se arroga el lugar de uno mayor, eso también es un desorden.
Cuando se hace una constelación, en primer lugar aparece cuál es el desorden y luego se va mostrando cómo se va hacia el orden para que el amor, que siempre está, pero que con el desorden se bloquea, vuelva a fluir y lleve a los miembros del sistema a reencontrarse en lo amoroso.
Brevemente les comento una constelación. Aparece un sistema totalmente desconectado, cada uno mira hacia un lado distinto, están muy distanciados espacialmente, sin contacto ni físico ni desde la mirada.
Cada representante va siguiendo su impulso corporal y se va moviendo en el espacio acercándose a otro o dando la espalda, al cabo de un rato les propongo algunos movimientos y frases r e sanadoras y empiezan a haber conexiones inesperadas lo que va llevando a cada uno a sentirse mejor e integrado hasta fundirse en un abrazo que duró un largo rato. Esta es la imagen sanadora que la persona que consulta se lleva adentro de sí y la que va a operar en la sanación del sistema.
En muchas familias hay esto de la falta de contacto, no saben de caricias ni de abrazos ni de apoyos seguros y cuando esto se logra en una constelación, lo que sucede muchas veces, el consultante siente un renacer al vivenciar este contacto desconocido y tan anhelado.
Los invito a vivir esta experiencia maravillosa y liberadora.

Psicóloga (UBA). Autora del libro:
"Descubriendo las Constelaciones Familiares en solo 60 minutos".
Colaboradora Revista DM2