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Agosto 2016
Enero 2018

Una consulta muy frecuente, ya sea en la terapia individual como en los talleres de constelaciones, es el tema de pareja. Muchísimas mujeres y escasísimos hombres presentan la problemática de que no consiguen pareja y sufren por ello. 

Diversas y múltiples son las causas de este malestar.

En principio la sociedad está cambiando y las formas de estar de a dos son variadas en estos momentos. Lo que se observa a simple vista es que, en general, las mujeres quieren estar en pareja, tener hijos y formar una familia; especialmente aparece la desesperación en mujeres entre treinta y cuarenta años que no han tenido convivencia, ni hijos; sí, algún o algunos noviazgos o relaciones pasajeras, pero no logran algo con compromiso y proyectos. Y en los hombres es al contrario, no quieren ni compromiso ni proyectos, y si algunos los tienen, con rapidez se arrepienten y dejan la relación.

Por supuesto que se forman parejas estables, pero la queja de no tener pareja es bastante generalizada, aparte de muchas otras problemáticas de pareja.

Lo anterior es a título de información general, pero lo que les quiero mostrar es qué puede esconderse debajo de esta queja de no encontrar pareja.

En un taller de Constelaciones una mujer dice que las relaciones que tiene son muy cortas, sólo duran unos meses o se le dan relaciones a distancia muy difíciles de concretar; es decir, conoce hombres, agrada y comienza una relación, pero al poco tiempo se termina.

Preguntando hechos importantes de su familia de origen cuenta que sus padres se separaron después de la muerte de una hermana dos años menor que ella, que fallece en un accidente.
Pérdidas muy dolorosas para todo el sistema, muerte de hija y hermana y separación de los padres. A partir de ese momento, la consultante llora con desconsuelo a pesar de ir avanzando en la constelación. Lo primero fue la despedida de la hermana menor fallecida y dejarla ir, lo que fue muy triste para la hermana mayor, que si bien pudo despedirse, su congoja no paraba y parecía aumentar.

Los representantes de los padres y de un hermano mayor, parecían ausentes y ajenos a la gran pérdida de la hija y hermana menor, y ahí se revela el por qué los hombres se alejaban de la consultante.

Esta mujer estaba haciéndose cargo del dolor de toda la familia y del de ella propio, porque los padres y el  hermano mayor no podían hacerse cargo del propio dolor.

Es bastante frecuente en los sistemas familiares que cuando alguien no puede transitar su dolor por las circunstancias que sean, alguien del sistema lo toma para sí y sufre por sí mismo y por los otros. Esto lo hace por amor ciego, que es un amor omnipotente que imagina que puede salvar a sus seres queridos del dolor, o de una enfermedad o de la muerte, cargando sobre sí lo de los otros.

Si una persona está cargando con el dolor de todo su sistema, se encuentra totalmente retraída sobre sí misma y con una carga tan grande que le es imposible encontrarse con otro; y lo que parece una cosa es otra; es decir, la que da la espalda es ella porque aparentemente quiere mirar a otro, pero el peso que lleva sólo le permite mirar el dolor, y por otro lado, ¿quién se acercaría a ella, que en estas circunstancias se encuentra ausente para la vida? y esto se siente.

LOS HOMBRES
ME DAN
LA ESPALDA
Constelaciones familiares
Por Leticia Cohen
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