
Revista DM2
Cuando los guitarristas que tocaban en Chicago en los años '30 viajaron a Europa y conocieron a Django Reinhardt, quedaron fascinados con el arte de este singular guitarrista gitano. Su estilo fue considerado en todas partes, como la primera contribución al jazz que no debía nada a la cultura afroamericana. Fue quien le aportó algo propio.
Jean Baptiste “Django” Reinhardt nació en Bélgica, en una villa llamada Liverchies, el 23 de enero de 1910.
Pertenecía a una familia de gitanos manouches y su hogar fue una carreta. Esta tribu solía desplazarse de un lugar a otro, llegando en ocasiones a París. Casi todos los integrantes de su familia tocaban algun instrumento. Su padre, el violín y Django se entusiasmó con este instrumento, hasta que un amigo le regaló una vieja guitarra. Django se enamoró de ella y fue de ahí en más el instrumento que lo acompañaría toda su vida.
Practicaba largas horas, y pronto adquirió la técnica que le permitió comenzar a tocar en varios locales nocturnos de París.
Django no tenía formación académica, pero era dueño de una gran musicalidad y tenía un oído privilegiado. De a poco se fue emancipando y estuvo vagabundeando por Montmartre sorprendiendo
con su arte a cuántos lo escuchaban.
En 1928 sufrió un accidente que iba a cambiar dramáticamente su vida. Cierto día, siendo de madrugada llegó a su carro para descansar. Sobresaltado al escuchar un ruido, encendió una lámpara, tropezó y ésta cayó sobre un montón de flores artificiales que su esposa vendía en el cementerio. Las flores de plástico ardieron rápidamente tomando todo el vagón. Django y su mujer abandonaron el lugar envueltos en llamas. Su mano izquierda quedó gravemente afectada, y a pesar del esfuerzo de los médicos, su mano quedó mutilada, y sus dedos anular y meñique, pegados y encogidos. Durante un año hizo con gran tenacidad los ejercicios de rehabilitación, y tuvo que inventarse otra técnica en función de su “nueva mano”.En 1931 conoció al gran violinísta Stephane Grappelly, y con él formó el célebre “Quinteto del Hot Club de Francia”. El encanto de la música de Django radica en la melancolía de la vieja tradición gitana. Fue tambien compositor, su obra más recordada: “Nuages” (Nubes), fue tocada y grabada por gran cantidad de intérpretes. El propio Duke Ellington le organizó una gira por Estados Unidos.La razón por la cual, el “fenómeno Django” cautivara a todos los públicos aficionados al jazz, tiene tal vez una explicación sociológica: que del otro lado del Atlántico los gitanos se encuentran en la misma situación en que se hallaban los negros Estados Unidos. Su paso por los grandes teatros de ese gran país tuvo luces y sombras. Hubo un sinnúmero de contratiempos en la organización de su actuación en el Carnegie Hall.Esto influyó negativamente en el ánimo de Django, que ya de vuelta en París, se lo veía deambulando por las calles del pequeño pueblo de Samois decepcionado y triste. Un día, sintiendose congestionado y con fuertes dolores de cabeza se refugió en su cama. Ante la preocupación de su mujer, dijo que se sentía muy mal y que no volvería a tocar. Alarmada, su esposa llamó a un médico, pero fue tarde. Django intentó incorporarse, y rápidamente se desplomó. Fue el 15 de mayo de 1953. Todos los años se puede ver a personas de todo el mundo, visitando su tumba en el cementerio de Samois, a orillas del Sena.
Luis Edgardo Pranzetti
Guitarrista de jazz y blues.
Integró: "Swing 39", "Swing Up",
"Santa María Jazz Band".
Compartió escenarios con
Roberto “Fats” Fernandez,
Walter Malosetti y
Ricardo Pellican,
entre muchos otros.
Colaborador Revista DM2
