
Revista DM2
Noviembre 2017
LA FILOSOFIA EN FUNCIÓN DE PUENTE
Y NO DE LÍMITE
Notas sobre
el origen
de la racionalidad
metódica
Enrique Hernández
"Hemos sostenido que el carácter dominador de la racionalidad metódica moderna se expresa en el modo de concebir la relación de la filosofía con las otras formas del pensamiento humano, en especial aquellas consideradas cotidianas o populares. Afirmamos que la triple exclusión o inclusión residual y administrada de la sensibilidad, la pasión y el misterio son los resguardos de esta racionalidad metódica.
Ahora bien, para captar desde nosotros, indoamericanos, el carácter imperial de esta razón metódica y la exterioridad en que nos sitúa no es imprescindible tener en cuenta el sistema de exclusiones en que se apoya. Pero si hemos de convertir el sentimiento de exterioridad en un movimiento creador de pensamiento, se hace necesario desmontar este mecanismo interno de la razón moderna para restablecer en nuestro pensar americano la continuidad rota por la metodicidad imperial, entre lo que se asume como suburbios del sentido.
Porque, como sabemos, el carácter imperial de la razón metódica no finca solo en su sello europeo sino ante todo en su condición burguesa. Siendo que el sistema de exclusiones que le es propio legitima el estilo burgués de jerarquización del pensamiento, separando de un modo especial la racionalidad filosófico-metódica del pensar popular, es útil pensar cómo la razón europea se enfrenta ante todo a su propia barbarie cultural para conocer el fundamento de su imperio administrativo. Es el saber “vulgar” del propio europeo donde la sensibilidad, la pasión y el misterio son vinculados con el sentido acrítico, la irracionalidad y la superstición, prolongando intelectualmente la divisoria entre la plebe y la burguesía en ascenso. Este primer movimiento interior tendrá después un despliegue geopolítico-planetario, pero ha sido preciso subordinar antes las formas del pensamiento a la razón metódica de la cantidad, creando, a partir de esta “ruptura epistemológica”, una concepción de la virtud filosófica que es precisamente la que nos toca superar.
Tal vez la consecuencia más importante de lo que hemos sostenido sea la relativización de la categoría de exterioridad tal como aparece en la filosofía de la liberación en el sentido de asumir que antes de desplegarse planetariamente como colonización cultural, la exterioridad se constituye en el Centro mismo como subordinación específica del modo popular de expresión simbólica. En consecuencia, restablecer el vínculo entre el pensar popular y la sabiduría, ubicar la filosofía en la posición de puente y no en la de límite, equivale a recuperar una disciplina de lectura de la sensibilidad, la pasión y la experiencia del misterio, que no solo afectará a nuestro pensamiento colonizado, sino también y a corto plazo a la misma contradicción interna de los que fueron colonizadores."
"...restablecer
el vínculo
entre el pensar popular y la sabiduría, ubicar
la filosofía
en la posición
de puente y no
en la de límite,
equivale a recuperar una disciplina de lectura de la sensibilidad,
la pasión
y la experiencia
del misterio..."

Ilustración: "Entrecruzamiento infinito", obra de Eva Manzella.
evamanzella.blogspot.com
Facebook: Eva Manzella
¹ Publicado en Análisis, Universidad Santo Tomás de Aquino, Bogotá, 1982
(publicación dedicada a ponencias del Primer Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana)