
Revista DM2
Septiembre 2017
Trazos desde el islam
JADIYA BINT JUWAYLID
Por Carolina Chocrón
La primera persona que creyó en el mensaje profético de Muhammad (s.a.w.s.) y abrazó el islam fue una mujer. Cuando su esposo volvió asustado y tembloroso de su retiro en el monte Hira donde acababa de recibir la revelación de la mano del ángel Gabriel, Jadiya le dijo “Allah nunca te decepcionará pues cuidas de tus parientes, haces lo que dices que vas a hacer, ayudas a los necesitados, apoyas a los débiles, alimentas a tu huésped y contestas el llamado de los que están desamparados”. También fue la primera persona que rezó con el profeta Muhammad (s.a.w.s.).
No era cualquier mujer: había nacido en Meca y formaba parte de la tribu del Quraish. Era viuda, noble, rica y, como comerciante, había contratado al joven Muhammad (s.a.w.s.) para que llevara sus productos a Siria en una caravana. Cuando se conocieron, ella tenía cuarenta años y él veinticinco. Ella lo admiraba por su honestidad y buen carácter, y pronto se enamoró de él. Él había renunciado a la posibilidad de casarse debido a que no contaba con dinero suficiente. Pero esto no fue un obstáculo y finalmente se casaron.
Vivieron los primeros quince años de su matrimonio dedicándose al comercio y a la crianza de sus hijos. Qasim y Abdullah fallecieron de pequeños. Las niñas, en cambio, llegaron a la edad adulta: Zainab, Ruqaya, Umm Kulthum y Fátima.
Los retiros de Muhammad (s.a.w.s.) en el monte Hira para la reflexión y la contemplación se volvieron cada vez más frecuentes y extensos. Lejos de reclamar su presencia en la casa y en los negocios, Jadiya lo respetaba, lo esperaba y muchas veces le alcanzaba agua y comida para que no tuviera que bajar. En una de estas visitas, el mismo ángel Gabriel le envió sus saludos y le anunció un lugar en el Paraíso por su amorosa devoción.
Mientras Jadiya vivió, fue la única esposa del profeta Muhammad (s.a.w.s.). Cuando años más tarde Aisha le reclamó a su esposo por sus continuas alusiones a su primera esposa, él le respondió: “Allah no me concedió nada mejor. Ella creyó en mí cuando nadie creía; ella aceptó el islam cuando la gente me rechazó; y ella me ayudó y consoló cuando nadie más quiso ayudarme”.
Jadiya, que Allah esté complacido con ella, soportó con coraje, pero sobre todo con fe, los primeros diez años del islam, los más difíciles. Falleció a los sesenta y cinco años. Mujer noble, fuerte, valiente, independiente, inteligente, amorosa y compañera, primera madre de los creyentes, ilumina nuestro camino con su ejemplo de devota dignidad.

Carolina Chocrón
Musicoterapeuta, reikista y profesora de canto. Abrazó el islam a la edad de treinta y dos años, atraída especialmente por el sufismo (núcleo esotérico de esta religión). Su pasión por las letras y su búsqueda espiritual la llevaron al encuentro de los escritos de grandes maestros sufíes, tanto de siglos pasados como contemporáneos. Actualmente estudia Edición en la UBA y forma parte de la Tariqa Halveti Jerrahi de Argentina, a cargo del Sheij Abdel Qadr Ocampo.
Colaboradora Revista DM2