
Revista DM2
Agosto 2016
Constelaciones (2)
Quiero constelar
y no sé…
Por Leticia Cohen
Febrero 2017
Si se quieren resultados diferentes hay que hacer algo diferente, y si seguimos con nuestros enojos, rencores, con los mismos puntos de vista y creencias es muy difícil que algo cambie.
El trabajo de autoconocimiento o de camino espiritual o de crecimiento espiritual como se los menciona, es un trabajo básicamente de limpieza interna, de conocer nuestros demonios, nuestras creencias limitantes, nuestros sentimientos negativos, nuestros celos, nuestras demandas infantiles; que aunque somos buenas personas, de todo eso tenemos. El niño herido, que todos llevamos adentro, se defiende con negatividades y de este modo los vínculos se enferman. Entre hijos y padres, entre hermanos y en las parejas, en general, a pesar de amarse, se producen peleas, intolerancias, distanciamientos en los vínculos y es por todo esto escondido.
Esta actitud inconsciente, porque no tenemos consciencia de nuestra interioridad, ya que sólo vemos sus efectos y lamentablemente, tampoco reconocemos que esos efectos parten de nosotros, sino que en general creemos que es por culpa del otro que nos pasa lo que nos pasa.
Trabajar para conocernos nos ayuda a sacar y soltar los fantasmas internos y de este modo tenemos la posibilidad de que el sol que somos pueda brillar.
Las Constelaciones Familiares nos ayudan a entrar en nuestra interioridad y descubrirnos, y también a revelar lo que subyace en los conflictos que tenemos. De este modo, tenemos la oportunidad de hacer algo diferente y así podrá ser año nuevo, vida nueva.
Los Órdenes del Amor (B. Hellinger) dicen que en todo sistema de vínculos, primero es el orden y después el amor. Existe un alma familiar que insiste en restablecer el orden perdido para sanar los vínculos. Estos Órdenes se trabajan a través de las Constelaciones Familiares. Se realiza con representantes de los miembros de la familia, y se tiene en cuenta a los vivos y a los muertos del sistema familiar. Participando de este trabajo se vivencia la transmutación de los sentimientos que enferman en sentimientos que curan.
Los invito a vivir esta experiencia sanadora. Bienvenidos/as.
Constelaciones (2)
AÑO NUEVO ¿VIDA NUEVA?
¿Es posible si siempre se hace lo mismo?
Por Leticia Cohen
Diciembre 2016
Si se quieren resultados diferentes hay que hacer algo diferente, y si seguimos con nuestros enojos, rencores, con los mismos puntos de vista y creencias es muy difícil que algo cambie.
El trabajo de autoconocimiento o de camino espiritual o de crecimiento espiritual como se los menciona, es un trabajo básicamente de limpieza interna, de conocer nuestros demonios, nuestras creencias limitantes, nuestros sentimientos negativos, nuestros celos, nuestras demandas infantiles; que aunque somos buenas personas, de todo eso tenemos. El niño herido, que todos llevamos adentro, se defiende con negatividades y de este modo los vínculos se enferman. Entre hijos y padres, entre hermanos y en las parejas, en general, a pesar de amarse, se producen peleas, intolerancias, distanciamientos en los vínculos y es por todo esto escondido.
Esta actitud inconsciente, porque no tenemos consciencia de nuestra interioridad, ya que sólo vemos sus efectos y lamentablemente, tampoco reconocemos que esos efectos parten de nosotros, sino que en general creemos que es por culpa del otro que nos pasa lo que nos pasa.
Trabajar para conocernos nos ayuda a sacar y soltar los fantasmas internos y de este modo tenemos la posibilidad de que el sol que somos pueda brillar.
Las Constelaciones Familiares nos ayudan a entrar en nuestra interioridad y descubrirnos, y también a revelar lo que subyace en los conflictos que tenemos. De este modo, tenemos la oportunidad de hacer algo diferente y así podrá ser año nuevo, vida nueva.
Los Órdenes del Amor (B. Hellinger) dicen que en todo sistema de vínculos, primero es el orden y después el amor. Existe un alma familiar que insiste en restablecer el orden perdido para sanar los vínculos. Estos Órdenes se trabajan a través de las Constelaciones Familiares. Se realiza con representantes de los miembros de la familia, y se tiene en cuenta a los vivos y a los muertos del sistema familiar. Participando de este trabajo se vivencia la transmutación de los sentimientos que enferman en sentimientos que curan.
Los invito a vivir esta experiencia sanadora. Bienvenidos/as.
Noviembre 2016
Constelaciones (2)
PENSAR, SENTIR, DECIR, HACER
Por Leticia Cohen
Ya muchas personas conocen Constelaciones. Muchos lectores de DM2 han venido a los talleres y espero que muchos más se lleguen porque podrán tener la vivencia de una modalidad muy sanadora para cualquier situación conflictiva que estén transitando.
Los Órdenes del Amor y las constelaciones, son una modalidad terapéutica que de cualquier forma que se despliegue produce efectos y es sanadora.
Cuando leemos o escuchamos o pensamos sobre los principios de esta modalidad, ya se produce un movimiento interno.
Del mismo modo sucede si se hace un ejercicio, una constelación individual o se muestra la configuración de un sistema, sin hacer ninguna intervención, o se hace una constelación con representantes. Cualquier mención o ejecución desde esta forma de trabajar los conflictos, es efectiva.
En los talleres de Constelaciones, sólo por explicar algo sobre el tema, provoca que la comprensión se amplíe, las emociones circulen, el cuerpo se impresione.
Igualmente en una trabajo individual, que se hace de diversas formas, por ejemplo con muñequitos; solamente con representar un sistema y los lugares que se ocupan en el mismo, se puede ver y sentir el desorden que está sosteniendo un conflicto.
Ahora voy a aclarar algunos de los conceptos que he mencionado hasta aquí.
Los Órdenes del Amor, se podría decir, que es el marco teórico que formula, sostiene y desarrolla las Constelaciones y éstas son la forma concreta de mostrar los principios formulados.
Una Constelación es la configuración de un sistema desplegada en un espacio. Es una imagen, una escena, una representación, por decirlo de alguna manera. A partir de ahí se generan movimientos que surgen de lo profundo y que revelan lo que sucede en un sistema; sea cual sea, familiar, educacional, o empresarial.
Un sistema habla sin palabras y muestra con imágenes dónde está el problema y también el camino hacia la solución.
Una imagen no es una foto, es una escena llena de contenidos emocionales, de palabras, de ideas; muchas veces y generalmente no expresados, pero desencadenantes de malestares, perturbaciones y conflictos desde leves a muy graves en los vínculos.
Una constelación muestra lo no expresado, lo silenciado, lo oculto de los vínculos y promueve transitar el camino que producirá palabras llenas de sentido y movimientos sanadores para que en un sistema perturbado se restablezca lo amoroso que se desvaneció en el conflicto.
¿Por qué cualquier cosa que se realice (leer, escuchar, hablar, hacer) produce cambios? Porque los fundamentos de Los Órdenes del Amor vienen de tomar la Vida y la Muerte sin evasivas, sin miedo, con una comprensión amplia y profunda que viene de un saber no sabido, pero sabido; de respetar los mensajes de la intuición, de saber que no somos viento sino hojas al viento, que no podemos explicar ni la Vida ni la Muerte porque nos trascienden; que somos guiados por una fuerza suprema que no tiene explicación, pero que está y se nos muestra si nos entregamos al fluir y al devenir de cada instante que vivimos.
En las Constelaciones se trabaja con representantes, que son personas elegidas del grupo para representar a los miembros de un sistema. Y en las Constelaciones Individuales se trabaja con muñequitos, con visualizaciones, con alfombritas.
De cualquier manera que se trabaje; si el respeto, la humildad, la intuición clara, el saber que somos guiados, y por supuesto el conocimiento de los principios de Los Órdenes del Amor están presentes, esta modalidad será efectiva y sanadora.
Octubre 2016
Constelaciones (2)
RECIBIR A LOS HIJOS
Por Leticia Cohen
Ya muchas personas conocen Constelaciones. Muchos lectores de DM2 han venido a los talleres y espero que muchos más lleguen porque podrán tener la vivencia de una modalidad muy sanadora para cualquier situación conflictiva que estén transitando
Desde Los Órdenes del Amor, siempre hablamos de tomar a los padres y a la vida que nos transmitieron con lo bueno y con lo malo. Este principio es de máxima importancia dentro de un sistema familiar. El tema es, que si no tomamos a los padres, porque estamos enojados, críticos y juzgadores de ellos, nuestra vida se desliza todo el tiempo mirando hacia atrás. Nuestros padres están primero que nosotros, vinieron antes y les corresponde una jerarquía diferente a la nuestra como hijos, están atrás nuestro; y nuestro camino de vida está hacia adelante. Si permanecemos mirando hacia atrás, quejándonos de los padres, nuestra vida queda en inercia porque no la miramos, porque estamos ocupados en lo de atrás.
Se preguntarán que significa “tomar a los padres”, esto quiere decir que nuestros padres, sean como sean y tengan la conducta que tengan, son los únicos padres que tenemos y no son ni cambiables ni reciclables, más allá de nuestros deseos de tener padres diferentes. En este deseo se nos va la energía que necesitamos para hacer nuestra propia vida. Por ello tomar a los padres significa incorporarlos con humildad y amorosamente, aceptando que son parte de nuestra vida, sin juzgar.
En realidad nuestros padres están dentro de nosotros, los llevamos en nuestro cuerpo, en nuestra sangre, en nuestro ADN. Por lo tanto si nos quejamos de ellos, nos quejamos de nosotros; si los criticamos nos criticamos también a nosotros. Entonces lo mejor que podemos hacer es tomarlos con amor para poder seguir nuestro propio camino de vida.
Todo esto para ahora hablar del tema de los hijos. Muchos padres se quejan de sus hijos y sufren mucho por ellos cuando sus conductas son inapropiadas e incluso hacen cosas que atentan contra su propia vida. Es muy doloroso para los padres, porque los padres, en general, siempre quieren lo mejor para sus hijos: que estén sanos, que estudien, que tenga buenas relaciones, que tengan buen trabajo, que tenga buen dinero, etc., etc., etc.
El tema es que los hijos son seres únicos e irrepetibles como lo es cada ser humano en este mundo. Y cada ser humano tiene su alma, su camino de vida, su destino, y un trabajo a cumplir; pero esto para los padres es difícil de comprender y quieren que sus hijos sean según su planificación, la que viene desde antes de nacer. Cuando se va a tener un hijo, los padres ya tienen planes para ese hijo, y se olvidan que el alma de ese hijo, tiene sus propios planes.
Por estos motivos es que lo primero es recibir a los hijos con lo que traen y con lo que son, más allá de nuestros deseos.
Vivimos una época, por un lado maravillosa; y por otro, lamentable, pero aquí y ahora estamos y lo más importante es qué hacemos con lo que hay. Tenemos dos opciones: QUEJARNOS O ACCIONAR PARA SALIR DE LA QUEJA. Y cada uno elije dónde quiere estar.
Nuestros hijos son seres maravillosos y así es bueno verlos, si los recibimos con amor, es posible que ellos sientan ese recibimiento con aceptación y algo cambie. Y a los padres, este viraje en su mirada, les va a proporcionar claridad y apertura en su comprensión. De estos modos, todo mejora.
En los talleres de constelaciones trabajamos estos temas para ordenar el sistema y para que el amor que se bloqueó en el conflicto, vuelva a circular.
Los invitamos a participar de esta experiencia sanadora. Bienvenidos/as.
