Revista DM2
Psicología
LA NATURALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA
Por Yanina Piccinni

EL alcohol se ha naturalizado como forma de diversión. Armar una fiesta implica comprar muchas bebidas de todo tipo y tomar desde temprano hasta la mañana o quebrar antes. Algunos chicos nos cuentan en terapia que toman alcohol para animarse a encarar una piba, o para no quedar fuera del grupo aunque no les guste
Los padres como en tantas otras cosas están desorientados y muchos han optado por el permisivismo. Hasta les ayudan a comprar las bebidas para “saber que toman” y controlarlos de esa forma. A otros padres no les parece algo preocupante, porque dicen que todo el mundo tomó en la juventud. Pero en este momento se ha instalado una “descultura” del alcohol y se asocia diversión y juventud a bebidas y también a otras sustancias. Los jóvenes mayormente no saben cómo divertirse sin estos condimentos.
El alcohol crea muchos problemas, uno de los principales a nivel social es la violencia, el descontrol, la conducta en manada, no distinguir los límites, sin hablar de las consecuencias que trae manejar en ese estado o a nivel físico pueda traer.
Me motiva lo ocurrido en Villa Gesell y al escuchar los relatos de los jóvenes que estaban dentro del boliche, quedé más sorprendida porque los chicos naturalizaron conductas violentas. Relataron que allí siempre alguno se agarra por otro porque los pisan o porque les tiran una bebida encima y que esto es normal. No es normal ir a divertirse y que haya agresión desde tantos lugares. Porque la promoción del alcohol tal como se hace es violento hacia la juventud. Abarrotar los boliches de gente también es violencia. La música que se escucha tiene contenido violento.
Es natural que se agarren a trompadas al salir de un boliche? Adonde estamos mandando a nuestros hijos? Por qué los padres permitimos esto? Tendrán 18 años pero aún necesitan de adultos. Y nosotros tal vez debemos reaprender muchas cosas. Creo que la sociedad perdió su brújula y no sabemos cómo ni dónde encontrarla nuevamente.
Es fundamental volver a construir desde el conocimiento emocional y afectivo. Hablar de educación emocional y de valores. Escuchar y empatizar. Y encontrar así sentido a la vida.






