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Diciembre 2017

Trazos desde el islam

Por Carolina Chocrón

"Oh, Allahuma, permíteme ver la realidad 
que está detrás de la realidad que veo”

(Muhammad)

Hacía poco más de un año se había acercado a la puerta del dergah del Pasaje El Sereno. Su única referencia era un libro sobre sufismo en el que figuraba esta dirección.

Hacía tiempo que sentía interés por el sufismo y el islam. Pero las veces que se acercó a esta casa, nadie atendió el timbre. Finalmente decidió pasar un papelito por debajo de la puerta en el que manifestaba su interés y dejaba un número de teléfono. Unos días después recibió el llamado de quien luego sería nombrado sucesor del actual sheij, que lo invitó a asistir a la reunión que se realizaría el sábado siguiente. Esta vez sí le abrieron la puerta. El sheij Tosun Baba estaba de visita y en el dergah no cabía un alfiler. Sin embargo lo invitaron a sentarse en la primera fila, justo frente a los ojos del efendi, quien le dijo en inglés “Aquí nadie viene, todo el mundo es traído”. Tardó un año en regresar.
Luego de varias visitas el paso siguiente era la sháhada, el testimonio de fe. Él conocía la importancia de un testimonio. Como profesor de filosofía y doctor en sociología, había expresado dieciséis años antes en un discurso en México: “Ante todo, testimoniar es un temple existencial en que la persona en carne y hueso se constituye en garantía de su palabra, palabra que en ese acto adquiere una sacralidad irreductible”.

 
Hay quienes creen que abrazar el islam fue para él como dar un giro de ciento ochenta grados. Quizás la academia no le perdone, aun hoy, a poco más de dos años de su muerte, semejante osadía. Sin embargo, si algo se permitió siempre fue dudar; dudar incluso o especialmente de sí mismo y de sus propias convicciones. Si fue un giro, fue en espiral, hacia lo más profundo de su alma, hacia lo más elevado de su espíritu.


Era un hombre de fe. Era esencialmente generoso. Y era exigente con sus afectos, quizás porque él mismo se ofrecía entero, nunca a medias. Tocó tantos corazones como mentes y sus obras siguen dando frutos, muchas veces milagrosos de tan inesperados.


Falleció tranquilamente, rezando junto a sus hermanos y su sheij en la mezquita del dergah donde siete años atrás había abrazado el islam y tomado mano como derviche. Una de sus hermanas describió su muerte como “…algo hermoso. Porque no es que se cayó y se golpeó, sino que lo fueron agarrando y bajando despacio, como un árbol que se cae en cámara lenta. Y cuando al final tocó el piso… ya no estaba ahí”.
Enrique Leonardo Hernández, Hasan Al-Askari, Quique… que Allah reconozca tus buenas obras y continúe iluminando por siempre tu Camino de Retorno.

Carolina Chocrón
Musicoterapeuta, reikista y profesora de canto. Abrazó el islam a la 
edad de treinta y dos años, atraída especialmente por el sufismo (núcleo
esotérico de esta religión). Desde entonces forma parte de la 
Tariqa Halveti Jerrahi de Argentina, a cargo del Sheij Abdel Qadr Ocampo.
Colaboradora Revista DM2

 

LA BAIAT

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